Cuando decidimos rodar un spot publicitario surgen una serie de interrogantes a cerca de la realización del mismo. Suponiendo que ya tenemos la idea y el guión. ¿Tenemos claro de cómo van a ser los planos que debemos rodar?, ¿cuántos actores intervendrán? ¿Se tienen definidos elementos como: escenarios, decorados o iluminación? ¿La filmación estará rodada sólo en interiores o incluirá exteriores?
Estas son solo algunas de las variables que hay que tener en cuenta. La mejor forma de organizar y presentar estas secuencias es elaborando un storyboard. Esta técnica, permite realizar viñetas que muestran de manera gráfica y ordenada la historia del spot. En una sola mirada, productores, técnicos y clientes visualizan toda la elaboración de la producción. Es una tarea más a elaborar, pero gracias al storyboard se simplifican muchos pasos, además ayuda a prever posibles inconvenientes que puedan surgir durante los días de filmación. También sirve para calcular los costes de la producción y a definir el movimiento o “timeline” del spot: principio, desarrollo y fin. Algunos guionistas incluyen montones de detalles descriptivos, mientras que otros proporcionan muy pocas pistas del aspecto que debería tener una escena. El ilustrador tiene una parte de interprete y su misión es plasmar de forma sencilla y resumida todo el desarrollo.










Ejemplo del Storyboard del spot de Brisa Servicios y Comunicación.
El spot publicitario es una película comercial que combina la imagen, el movimiento, la luz y el sonido, de forma estética, con la finalidad de vender un producto determinado. Precisamente el storyboard nos ayudará a lograr ese objetivo, plasmando en imágenes lo que fue escrito en el guión. Aunque debemos advertir que durante el rodaje siempre surgen nuevos planos, cambios en los elementos que componen la escena, efectos de postproducción, etc, el storyboard mantendrá la idea original del guión con las variantes surgidas en el rodaje.
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